Esponjas, toallitas y otros bocados irresistibles

Igual hoy mi hija de 14 meses no ha querido desayunar, o igual a mediodía se ha comido todo su almuerzo y parte del mío (si hay garbanzos, seguro). Pero a la hora del baño toca comer esponja, sí o sí.

sponge-for-washing-1212612_640

Primero creíamos que lo de usar una esponja natural le hacía creer que era comestible (ya se sabe, cuanto más natural, mejor). Pero no, hemos comprobado que las esponjas rosas de espuma de toda la vida (eso sí, esponjas para bebés) también están riquísimas. No sabemos si dejar de usar esponjas o si llenarle la bañera con muchas y de diferentes tipos, a ver qué pasa.

Lo de las toallitas es algo parecido. Se podría decir que son un reto interesante con premio fresquito: hay que superar dos retos, abrir el paquete y tirar de las toallitas hasta que salgan, y cuando lo consigues, te las puedes llevar a la boca. Al principio nos hacía gracia, hacíamos la broma de «¿te estás lavando los dientes con la toallita?«. Pero ya no hace gracia. Cuando ve un paquete de toallitas va a por él. Eso sí, que a nadie se le ocurra intentar quitarle el tomate de los macarrones pegado en la cara con una toallita, o limpiarle las manos de yogur o de lo que sea para que del comedor al baño no quede el camino marcado con sus manitas chiquititas. Las toallitas no son para limpiar.

Los auriculares de mamá y el cargador del móvil son otros dos bocados irresistibles. Por supuesto, suelen estar fuera de su alcance. Pero como por error, despiste o porque ya trepa por algunos muebles y por consiguiente muchas mas cosas quedan a su alcance (lo de abrir cajones y armarios está dominadísimo), de vez en cuando consigue hacerse con los auriculares o un cargador de móvil y los muerde.

Al principio, cuando descubrimos que le encantaba catar estos manjares corríamos a quitárselos y a decirle esto no se come, esto a la boca no. Si tuviéramos que representar nuestra cara con un emoticono, sería este:

grito

Ahora, aunque seguimos diciendo esto no se come, a la boca no, ya no corremos tanto para quitárselo. Y cuando llegamos a ella nuestra cara (de emoticono) es esta:

       gota

 

 

 

Deja un comentario